Platón, al igual que distingue entre
dos tipos de realidades, que son el mundo inteligible y el mundo sensible,
también distingue entre dos niveles de saber. Cada uno de estos saberes
nos sirve en cada una de esos dos tipos de realidades.
Por un lado está el propio conocimiento,
el nivel superior de conocimiento, porque es el auténtico saber de
lo real, al cual llegamos a través de la inteligencia, y lo real pertenece
al mundo inteligible, que es más real que el mundo sensible, por lo
tanto superior al otro tipo de conocimiento, que es la opinión. SOBREDOSIS DE COMAS.
La opinión es un conocimiento inferior
porque es el saber acerca del mundo sensible y material, que es un mundo
inferior al inteligible, ya que para Platón, es imposible alcanzar
un verdadero conocimiento de lo perteneciente al mundo sensible porque
éste es cambiante HERÁCLITO, por lo tanto, el único saber que tengamos del mundo
sensible será simplemente opinión, a la cual llegamos a través de
los sentidos.
El conocimiento es el principio del
alma, que es una realidad intermedia entre el mundo inteligible y el
mundo sensible, aunque tiende más al mundo inteligible porque es inmaterial
e inmortal, y por lo tanto el objetivo del alma es llegar al conocimiento.
El alma es uno de los dos compuestos del ser humano, y el otro es el
cuerpo.
Con el cuerpo pasa lo contrario, pertenece
al mundo inteligible porque es material y mortal, y por lo tanto nunca
alcanzará ni la virtud ni el conocimiento.
De las tres partes en las que Platón
divide el alma, la parte racional será la que estará relacionada con
el mundo inteligible, porque no le da importancia a lo material y persigue
lo verdadero y bueno, por lo tanto persigue el conocimiento científico.
Las otras dos partes, la irascible y apetitiva, están vinculadas al
cuerpo, por lo tanto, al mundo sensible.
Para conseguir la justicia y la perfecta
armonía del alma es imprescindible que estas tres partes estén ordenadas
y sólo el hombre que haya alcanzado el conocimiento supremo de la idea
de justicia y de la idea de armonía, perteneciente al mundo inteligible
ya que hablamos de ideas, y por lo tanto nos estaremos refiriendo al
conocimiento científico, podrá conseguir un alma justa y con armonía.
Lo mismo pasa con la política, para
conseguir un estado ideal, será preciso que esté en el mando aquella
o aquellas personas que hayan conseguido alcanzar la idea de justicia
y la idea de bien a través del conocimiento científico (porque pertenece
al mundo inteligible) y éstos son los filósofos. Éste conocimiento
de la Justicia en sí i del Bien en sí es un conocimiento globalizador
de la realidad total.
La meta de la educación de estos filósofos
gobernantes es lograr que en su alma predomine la parte racional, es
decir, encaminar su alma hacia lo inteligible, hasta llegar a conocer
el mundo de las Ideas eternas y finalmente, a conocer, mediante el conocimiento
científico, la Idea de Bien en sí, que constituye la última meta
del proceso educativo.
1 comentario:
Bien la formulación del principio, pero has de ser más ambiciosa: el primer párrafo es para presentar la hoja de ruta. No dejes espacio al lector para que se pregunte si lo que viene luego es bueno o no, déjaselo clarito desde el principio.
Falta idea de conjunto, falta un plan, falta que sepas a dónde quieres ir. No creo que tengas la sensación de disfrute que te queda después de hacer un buen texto. Como no hay claridad en general no puede haber fuerza a lo largo del texto.
Me resulta difícil decir más, porque creo que tienes las cosas claras pero te falta la madurez de haberte parado a elaborar con cuidado la visión de conjunto.
Es también cuestión de lenguaje, no paras de hablar de conocimiento pero no terminas de presentarlo como tal. Busca que el tema sea ése, mientras también introduces otras cuestiones.
En este caso espero que algún comentarista me ayude, lo mismo que nos ayuda la-más-habladora-en-el-buen-sentido-de-la-palabra de clase.
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