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miércoles, 28 de diciembre de 2011

domingo, 18 de diciembre de 2011

La equinoterapia, por Ester Expósito

 

La Equinoterapia es la utilización del caballo como medio terapéutico buscando la habilitación, integración y desarrollo físico, psíquico y social de personas con discapacidad. El practicante de Equinoterapia y el caballo establecen una relación donde predomina la afectividad y la confianza. El caballo proporciona lealtad y afecto al ser humano. Es muy importante que el animal y el paciente entablen una relación especial, por eso en los primeros contactos, es necesario generar confianza entre ellos. Las caricias y las atenciones con el caballo suelen ser efectivas para 'romper el hielo'.

La Equinoterapia supone una actitud activa del paciente, que tiene que realizar movimientos para estirarse, relajarse, mejorar la coordinación y el equilibrio. A diferencia de otras terapias, la Equinoterapia es asumida por el jinete como una diversión, que influye positivamente en la obtención de resultados positivos. Se desarrolla al aire libre, pudiendo disfrutar de lo que  le rodea, no en un lugar cerrado lleno de aparatos. Montar a caballo es una terapia, pero es también una diversión.

El objetivo de este tratamiento, es mejorar la calidad de vida de los pacientes, y que asuman esta terapia como una actividad recreativa, como un esfuerzo, que también es divertido, trabajando con la  fortaleza y las potencialidades de cada paciente para poder adaptar-se mejor a la sociedad. 


BENEFICIOS

Beneficios físicos: Mejora el equilibrio, la movilidad y la postura y regula el tono muscular. No hay máquina que trabaje tantos músculos simultáneamente y, además, si la inventaran, no sería tan divertida como montar a caballo.

Beneficios neurológicos: Al mejorar la postura, el jinete tiene una espina dorsal más eficiente y las instrucciones que manda al cerebro son de mejor calidad. Además, el movimiento de la pelvis para acompañar la cadencia del caballo (alzarla, adelantarla y bajarla) es muy similar al que hacemos al caminar, lo que manda información importante al cerebro para adquirir un adecuado patrón de marcha.

Beneficios psíquicos: elimina las conductas negativas causadas por la frustración en la falta de comunicación, evita conductas inapropiadas, estimula la atención y la concentración. Es fundamental para el aumento de la autoestima y de la seguridad en uno mismo. Además tiene un efecto positivo en las funciones de comunicación y de comportamiento. Maximiza sus capacidades frente a su familia y la sociedad, proporciona conocimientos apropiados para su edad y mejora la calidad de vida.

El caballo al trote transmite al jinete un total de 110 movimientos diferentes por minuto, en consecuencia no hay ni un solo músculo ni zona corporal, desde el cóccix hasta la cabeza, al que no se transmita un estímulo. Todo ello en conjunto, permite que el paciente sea capaz de experimentar sensaciones que nunca antes ha vivido.


CONCLUSIÓN

Montar a caballo es una terapia, pero es también una diversión que proporciona muchos beneficios (físicos, neurológicos y psicológicos) a los jinetes que suelen ser personas discapacitadas.

FUENTES


 ENLACES